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9 Reflexiones sobre educación en tiempos de crisis mundial

9 Reflexiones sobre educación en tiempos de crisis mundial 1

El mayor aprendizaje que podemos alcanzar entre quienes procuran enseñar y quienes procuran aprender es reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos, con sus virtudes y sus defectos. Tratar de comprender el tiempo que nos toca vivir. Nada más y nada menos.

Frente a los tiempos y a este momento histórico que nos toca vivenciar, es importante que el sistema educativo repiense algunas cosas:

1. No estábamos preparados para una situación así. El sistema educativo en general se asume como una continuidad que no contempla la irrupción de un fenómeno que genera tanta incertidumbre. Es necesario repensar qué es y cómo enseñar/aprender en este nuevo contexto.

2. Todo está alterado y no se puede pretender que sigamos como si nada. No me parece adecuado, ni mucho menos pedagógico, tratar con normalidad situaciones anormales. Tengo la sensación de que esto no está siendo considerado institucionalmente en el sistema educativo en general. No da para que hagamos como sí.

3. Los hogares de alumnos y profesores no están preparados. Es altamente probable que convivan varias personas todo el día, y en la que la posibilidad de enseñar/aprender se intercala con cientos de relaciones y tareas no educativas.

4. Los múltiples roles que deben cumplir los padres y los profesores: son madres, padres, cocineros, psicólogas/os, pero que también tienen momentos de desgano, de necesidad de aislamiento, bien distante de sus rutinas habituales.

5. Alumnas/os alejados y afectados: que pueden ser hijos, nietos, dinamizadores del núcleo familiar pero que también sufren por falta de espacios al aire libre, contacto con sus amigos/as. Bien diferente de sus rutinas habituales.

6. Falta o escasez de recursos y habilidades informáticas: habría que agregarle que los recursos tecnólogicos e incluso las habilidades informáticas de profesores y estudiantes es bien dispar. Y esto no se soluciona con un curso en Moodle o una entrada a Google Classroom.

7. La psiquis queda muy afectada: más allá del entorno en que demos la clase, hay que entender que estamos psicológicamente alterados por una situación como la pandemia. Por lo tanto, no es cuestión de reemplazar presencial por virtual, ni siquiera virtual por virtual. Esto es virtual con pandemia. Y no sabemos ni estamos preparados para este curso tan especial.

8. Problemas de concentración: La capacidad de concentración, fundamental para el proceso de enseñanza/aprendizaje se ve completamente transformada por esta situación.

9. No estamos en condiciones de exigir nada. Ni a profesores/as ni a los/as estudiantes. No es grave si se pierde un cuatrimestre en este contexto. Existe el compromiso de seguir intercambiando con los alumnos, pero en un marco mutuo de comprensión de una situación inusual. De ninguna manera considero que se puede dar un curso normal. Mucho menos evaluar.

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