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Argentina: la inversión en Educación nunca llegó al 6% del PBI

Argentina: la inversión en Educación nunca llegó al 6% del PBI 1

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Malos resultados en los exámenes internacionales, problemas de convivencia y de atención en las aulas, alta deserción en la secundaria. Hay consenso entre los especialistas acerca de los enormes problemas y desafíos que atraviesa el sistema educativo en nuestro país. Sin embargo, a la hora de hacer balances, muchos destacan el crecimiento del financiamiento educativo en la Argentina y que el Estado está invirtiendo más del 6% del PBI en educación. Una cifra que, por otra parte, es una meta establecida por la Ley de Financiamiento Educativo del año 2005.

Ahora, el Gobierno cambió la forma en que el INDEC mide el PBI, tomando en cuenta la inflación que hubo desde el año 2004 (nuevo año base de la medición) en adelante. Como consecuencia, las cifras de PBI nominal se elevaron hasta un 30%. Y como el gasto en educación no se modifica (sigue siendo el mismo), el resultado final es que, por pura magia de las matemáticas, el porcentaje de educación sobre el PBI es en realidad bastante menor al que era hasta hace un par de días. En el mejor de los casos, la inversión en educación llegó, en el año 2012, a ser el equivalente al 5,3% del PBI.

Especialistas concluyen que, como ahora pasamos a no cumplir las metas establecidas por la Ley, los gobiernos –nacional y provinciales– tienen, en realidad, una deuda con la educación. El incumplimiento de las metas ha generado un déficit financiero para la educación, entre 2005 y 2012, que puede ser cuantificado y que asciende a 82.812 millones de pesos en valores corrientes (o 124.010 millones de pesos a valores de 2012), lo que equivale al 84% del gasto educativo total de 2012. Por una parte, se cambió la base de cálculo: hasta ahora se venía tomando la del año 1993 y se actualizó a la del año 2014. Se trata de un cambio metodológico, que normalmente se hace cada 10 años, siguiendo la evolución de la actividad económica. En los últimos años no se lo había hecho asique estábamos retrasados. Por otra parte, el Gobierno busca “sincerar” las estadísticas, aunque lo hace “a medias”. Nos da la sensación que el nuevo PBI, a precios nominales, en 2013 es correcto. Parece que quieren mostrar cifras más correctas, pero para zafar de la inflación real elevaron mucho las cifras del año base, el 2004. De este modo, no se reconoce tanto la inflación.

Frente a los nuevos resultados, hay fuertes críticas en cuanto a la forma en que se financia la educación en la Argentina, e incluso la misma Ley de Financiamiento. El problema de esa ley es que es procíclica, es decir, se invierte en educación más cuanto mejor está la economía. En cambio, Brasil creó fondos anticíclicos para la educación, a través de Petrobrás. Y hay estímulos económicos para quienes ofrezcan una educación de calidad. Nosotros también deberíamos ir hacia sistemas más eficientes de financiamiento educativo.

Que hayamos cambiado, de la noche a la mañana, los porcentajes de inversión en educación tiene otras implicancias. Estudios internacionales como PISA deberán modificar sus bases de datos, para encuadrarlos a la “nueva realidad” de las estadísticas nacionales.