No ha pasado ni un mes desde que la flamante nueva goberandora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal ha sido elegida para ocupar el cargo que deja Daniel Scioli (y que dejó mucho que desear en 8 años de mandato), que ya , Roberto Baradel, secretario de SUTEBA, (Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires), ha expresado que el gremio docente pedirá subas en sus salarios que rondarían el 40%. El pedido, según expresó baradel, se basa en los relevamientos inflacionarios que han sido difundidos.
A Vidal le esperan tiempos de arduas discusiones y negociaciones con este polémico gremio. Todo parece indicar que su llegada al frente de la gobernación estará plagada de desafíos y uno de los principales consiste en revisar los números que existen actualmente en la provincia e introducir reformas, sin desatar una batalla campal con uno de los gremios «pesados» del sector público. De hecho, a tan sólo pocas horas de que la candidata le haya ganado al ultra kirchnerista aníbal Fernpandez, los docentes ya salieron a plantearle firmemente sus reclamos. Entre las demandas, surge la que mayor «sensibilidad» genera : las paritarias (antes de que llegue diciembre). Además, ya adelantaron su total rechazo a la aplicación de cualquier tipo de ajuste.
En el 2015, los maestros acordaron una suba del 40% , lo cual llevó la categoría inicial a los $7.000, mientras que el aumento para el resto de los escalafones promedió el 36%. Asique, todo parece indicar que los de SUTEBA pretenden arrancar con esa idea para iniciar las negociaciones. Bajo este panorama, la gran duda existente es saber si la gobernadora electa podrá ser capaz de llegar a un arreglo de manera eficaz y eficiente y que el nuevo ciclo lectivo arranque sin sobresaltos (algo que no estuvo obviamente sucediendo en todos estos últimos años). Se teme que, si sus primeros pasos estarán signados por una gran pelea con los 7 sindicatos de la actividad bonaerense, esto podría poner en cuestión su autoridad, sentar un mal antecedente y ser comparada con la ineficacia del anterior gobernador, Scioli.
El objetivo prioritario de Vidal será arrancar el día 1 del calendario educativo -el 29 de febrero- y enviar así una clara señal a la ciudadanía de que su gestión será diferente, sobre todo, luego de haber conquistado a la provincia con un 39% de los votos y la promesa de un «cambio» notorio. La preocupación de fondo del Frente CAMBIEMOS es garantizar una ordenada transición y despejar dudas sobre su capacidad para manejar un territorio que por primera vez en 28 años ya no será gobernado por el peronismo. Las primeras ideas de lo que hará Vidal llegaron días atrás cuando anunció que convocará a los maestros apenas asuma su cargo, el 10 de diciembre, y Jorge Macri, su posible jefe de Gabinete, advirtió que los salarios docentes se van a ajustar en función de la inflación. Sin embargo, el jefe de campaña de Vidal explicó que para poder aumentar los sueldos será indispensable ajustar o actualizar impuestos en la provincia, debido al déficit financiero superior a los 15.000 millones que tendría el distrito.
Por cerrar unas de las paritarias más desfavorables, Scioli enfrentó en 2014 la mayor huelga educativa en una década. Sin ánimos de complicar su campaña, este año convocó antes a los maestros, adelantó salarios y anticipó el pago de impuestos. Aún así no pudo evitar paros y escraches de los Suteba opositores por la mala liquidación de sueldos a 30.000 maestros, los descuentos por Ganancias y la falta de cupos paras comedores.
Después de todo, los reclamos tienen algo de fundamento. Son ellos quienes deben contener 125 chicos por trabajador, con un gasto educativo que pasó de representar el 33% del presupuesto total en 2008, al 27,6% en 2015, según la Federación de Educadores bonaerenses.
En la agenda de Vidal figura el pago del aguinaldo, vacaciones, paritarias y el inicio de clases «en tiempo y forma». Pero también hay planes de discutir el «proyecto de escuela pública», un tema que ya empezó a preocupar a los maestros. Vidal busca desarrollar una agenda de cuatro años que tiene que ver con hacer crecer la matrícula de alumnos, para mejorar los contenidos y cambiar los sistemas de evaluación.
El reto que enfrentará tanto Vidal como sus colaboradores no será nada sencillo. El sistema educativo provincial es el más grande del país, abarca 360.000 docentes, 4,5 millones de alumnos y más de 21.000 establecimientos. Sólo el rubro representa poco más de un cuarto de los recursos del distrito, que este año alcanzaron los 280 mil millones. Igualmente, en el equipo de la gobernadora reina el optimismo, apoyan 100% a Vidal y afirman que ella está mejor parada que Scioli para enfrentar estos desafíos, y los vendrían en el futuro.