Si bien no existen cifras oficiales, según las investigaciones de consultoras especializadas en materia educativa, casi 500.000 estudiantes abandona por año sus estudios secundarios. La percepción social de este fenómeno que parece ir in crescendo, es llamativo y preocupante. Sólo el 15% de los consultados acierta la cantidad real de chicos afectados por la deserción escolar en la escuela secundaria al ubicarla en una franja de entre 350.000 a 500.000 chicos. Un amplio porcentaje lo desconoce, brinda un número muy inferior o no es capaz de arriesgar cifras. Existe un porcentaje que considera que la situación es más grave que la existente y que estimaque la cantidad supera al medio millón de estudiantes por año.
La población, en general, subestima el impacto del problema. Cuando se divide a la población según su nivel educativo y adquisitivo : bajo, medio o alto, la percepción pública acerca de la cifra real de chicos que deja el secundario da resultados similares. Sin embargo, el dato más llamativo es que el sector de nivel educativo más alto es el que mayor desconocimiento muestra del número real. El desconocimiento sobre un problema contribuye a su naturalización. Al conocer, desnaturalizamos la situación, lo presentamos como un problema y comienzan a articularse medidas para tratar de solucionarlo. Si la situación está naturalizada, entonces, no hay nada por resolver y/o modificar.
En lo que respecta a la calidad educativa de los colegios secundario actuales, existe cierta mejora en el aspecto del acceso a la misma. Muchos años atrás, no todos iban al secundario. Sin embargo, hoy el problema principal radica en la permanencia, las propuestas educativas, el hecho de que no aprendan, el bajo rendimiento académico, y egresar (terminar los estudios y tener el título de Bachiller en mano). En estos últimos aspectos, la percepción social se acerca a la realidad, ya que más de la mitad de los consultados concuerdan en que la educación ha empeorado. Sólo los sectores de nivel educativo bajo consideran que la educación mejoró o que no semodificó, y esto sucede porque seguramente valoran más las posibilidades de acceso al secundario, que efectivamente aumentaron, que los aspectos de calidad, y de ahí su percepción positiva.
Una de las principales causas de deserción en los colegios secundarios se debe a la falta de apoyo y contención familiar. También, la poca cantidad de políticas educativas y sociales, la falta de motivación, la pobre calidad en materia de escuelas de nivel medio y, el hecho de que en la actualidad, tanto los medios como el entorno social, suele darle mucho crédito y valorar a los «famosos» que, sin terminar estudios secundarios, se mueven en un ambiente glamoroso, con mucho dinero y notoriedad. No se valora al que sale del sistema educativo. ¿Por qué terminar el secundario si todo depende de la suerte o del dinero? Un chico en secundaria, y esa es la realidad que trajo la obligatoriedad de tener un estudio secundario (cuando en la época de nuestros padres y abuelos no lo era) necesita que su esfuerzo sea valorado.
Respecto de las consecuencias del abandono en el secundario, la opinión pública abarca una amplia gama de consideraciones. Entre éstas, se destacan: aumento en el tema inseguridad, existencia de mayor cantidad de chicos en las calles, aumento de casos de drogadicción y delincuencia en los adolescentes y, se incrementan la desocupación y hay falta de oportunidades laborales dignas (aumento del trabajo «en negro»).